Seguimos esta semana con el Efecto Ladrillo.
Esta técnica se recomienda para las paredes
interiores, el efecto es ideal para las paredes en mal estado, ya que la textura disimulará
las imperfecciones.
- Limpiar las paredes de grasa. Cuando este
seca se le da una primera capa de pintura plástica satinada de color beige y se deja secar. Si es necesario se aplica
una segunda capa.
- Se dibujan
unas líneas horizontales a lápiz cada 8 cm. en toda la pared. Se
dividen esas bandas horizontales con una
línea vertical cada 22 cm empezando a 11 cm del extremo, en bandas alternas
para imitar el ladrillo visto. Aplica cinta adhesiva bien centrada en las
líneas a lápiz.
- En una
cubeta mezcla pintura del color del
ladrillo (rojo, anaranjado etc.) que quieras con la mitad de arena hasta conseguir
una consistencia espesa.
- Con una
brocha pequeña aplica la pintura de ladrillo en ladrillo, dando una capa lo más
gruesa posible con brochazos cortos.
- Cuando la
pintura este seca quita la cinta con
cuidado para evitar que la pintura se desprenda.
- En otra
cubeta mezcla pintura de color ocre claro con arena hasta conseguir una
consistencia espesa. Con el dedo o con un pincel aplícala alrededor de los
ladrillo imitando el mortero.
- Para
envejecer el acabado colócate a un metro de la pared y pulveriza por encima una
pintura de color marrón, procurando concentrar el color a un lado, como si se
tratara de una sombra. Cuando este seca pulveriza una pintura de color beige
para reducir el exceso del tono oscuro.
- Puedes aplicar un secador a una potencia alta para acelerar el secado, y así conseguirás que la pintura se agriete presentando un aspecto más antiguo y desgastado.
Sobre los tejados |
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