Son los colores que se encuentran cercanos en el círculo cromático. Utilizándolos creas esquemas cromáticos confortables. Estas combinaciones consiguen cualquier ambiente y se adaptan a cualquier estilo. Se pueden utilizar dos, tres o cuatro tonos, dentro del mismo segmento de color, en tonos cálidos o fríos o una mezcla de ambos, pero si te limitas a colores de un solo tipo el resultado será más armoniosos que si utilizas los colores fríos y cálidos.
Los esquemas basados en colores fríos pueden resultar más relajantes, ayudan a dar impresión de más espacio, así como de un ambiente tranquilo. Los basados en colores cálidos resultan más acogedores, pero para evitar que queden demasiado agobiantes elige colores pálidos y de tonos medios.
Los colores contrastados pueden crear un ambiente recargado. Elige los colores en función de cómo vas a utilizar la habitación, su estilo, su tamaño, la forma, la orientación y la luminosidad. Utiliza accesorios naturales y neutros para aligerar, bajar el tono y dar una sensación calmante.
La cantidad de luz que recibe una habitación, el tipo de luz y a qué hora del día, son factores muy importantes a la hora de elegir el color.
Elevación |
Las habitaciones orientadas al sur y al oeste reciben la luz de la tarde y tienen tendencia a ser calientes. Pueden ser decoradas con colores neutros fríos. No se debe utilizar el blanco puro porque refleja mucha luz, y las paredes blancas pueden quedar duras y severas si la habitación recibe mucha claridad.
Como sabéis podéis visitarnos en nuestra web Artzac.es y seguirnos en: