Para conseguir un acabado
punteado se aplica encima de la capa
base, una capa o veladura con una brocha
y se va golpeando el cepillo sobre la veladura húmeda produciendo unos
puntos que traslucen la capa de abajo.
Si queremos un punteado suave, trabajaremos con un cepillo suave, resultando un aspecto fino y moteado. Si por el contrario
queremos un aspecto más grueso o burdo trabajaremos con un cepillo más grueso lo que
nos dará como resultado una textura granulada.
Se debe realizar sobre superficies finas que
no presenten protuberancias o parches
desiguales, ya que hasta las grietas más finas se suelen ver debajo del
punteado. Hay que aplicar el punteado de
forma uniforme, para que el resultado sea consistente.
Practica primero sobre
otra superficie para coger seguridad, irás cogiendo práctica a medida que
trabajes. Déjate las zonas más importantes para el final cuando hayas cogido
mucha práctica.
- Si quieres aprovechar el color de fondo de una pared, lávala primero con agua para quitarle todo el polvo y sécala bien.
- Mezcla pintura plástica satinada del color elegido con agua hasta obtener la consistencia de una crema fina y aplícala en la pared con una brocha en una zona de aproximadamente un metro. También se pude utilizar óleo para artistas.
- Golpea la pintura con el cepillo de puntear de manera uniforme, el cepillo se puede comprar específicamente para ello o utilizar uno de limpiar zapatos, o incluso atar dos brochas para conseguir un efecto parecido.
- Trabaja siempre de arriba abajo, limpiando el cepillo en un trapo de vez en cuando, para que no se empape demasiado.
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