Distribución
de los cuadros en la pared
La elección de los cuadros y su disposición
vendrá determinada por lo gustos personales, pero con algunos consejos te
resultara más fácil componer un ambiente armónico. Colocarlos a una altura
excesiva o distribuirlos sin orden son dos de los errores más frecuentes.
Se puede
utilizar un grupo de cuadros para modificar el concepto espacial de la sala:
una disposición vertical hace que las paredes parezcan más altas, mientras que
una horizontal hace que la sala parezca más larga.
Es mejor si alguien te ayuda en la colocación ya que éste te puede sujetar el cuadro mientras te retiras y
lo observas desde diferentes ángulos. Una vez hayas decidido su colocación no
tiene porque ser definitiva, experimenta los distintos efectos que consigues
cambiando los cuadro de lugar, así como su disposición y disfrutaras de ellos
desde nuevas perspectivas.
Bruma |
La posición de los cuadros
La altura
idónea para colgar un cuadro aislado o un grupo de cuadros, es que el centro de
los mismos este a la altura de los ojos. En una sala en la que se esté tanto
sentado como de pie, el punto medio entre ambas posiciones determinara el
centro del cuadro o grupo de cuadros.
Las obras de
grandes dimensiones y fuertes contrastes se aprecian mejor si están aisladas, o
de dos en dos. Los cuadros pequeños suelen resaltar más si se los agrupa.
Evita colocarlos frente a las ventanas, pues en el caso de llevar cristal la reflexión de la luz dificulta su
observación (a no ser que se les ponga cristal anti reflectante) y en el
caso de no llevar cristal la luz pude degradar el color.
Una técnica
que mejora el ambiente de la sala es la
asociación de los cuadros con relación al mobiliario, utiliza las piezas
principales del mobiliario, o del propio trazado de la sala como referencia
para colgar un cuadro solo o una composición en grupo. También se pueden crear asociaciones
dentro de un mismo grupo de obras, atendiendo el tema representado, tonalidad
predominante, o técnica artística.
Si quieres un ambiente formal, coloca un
cuadro grande e impactante o un grupo de cuadros más pequeños, encima del sofá,
de un aparador o de una chimenea. Si lo que quieres es un efecto menos formal,
puedes colocar los cuadros a un lado de
una pieza principal del mobiliario, pero sin sobresalir de la anchura de la
misma, pues arruinaría el efecto visual.
Puedes aprovechar las
características arquitectónicas de la sala, colocando, por
ejemplo, un cuadro grande en el hueco de una escalera o
una composición de cuadros pequeños en un estrecho tramo de pared.
Amarrada a la tierra |
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